Renovación en medio del cambio

tanatologia guatemala anabella penados

Algunas veces decidimos cambiar de casa ya sea por espacio, un trabajo nuevo, una mejor ubicación entre otros.  Aunque puede ser una decisión analizada, consentida siempre existe una pérdida y por lo tanto un duelo ya que dejamos un lugar significativo lleno de recuerdos y vivencias, amistades y vecinos que formaban una comunidad, costumbres y tradiciones y esto puede generar tristeza, nostalgia, ansiedad o incertidumbre ante nuevos cambios. Aunque racionalmente sabemos del cambio decimos o tenemos estos pensamientos: “No puedo creer que me vaya” o “No quiero dejar este lugar”. Sentimos pena o tristeza al despedirnos de personas, espacios y costumbres conocidas.  Nos es difícil desapegarnos de cosas. Surge el temor o miedo al no saber cómo nos va a ir en el otro lugar.

Para trabajar este duelo debemos validar nuestras emociones. No minimizar lo que estamos sintiendo.  Buscar un tiempo para hacer un rito de cierre:  despedirnos de los lugares, cosas y personas que nos dieron alegría y bienestar.  Tener la certeza de que esos recuerdos se van con nosotros a donde nos vayamos.

A veces creemos que la vida nos quita cosas, pero no es así sino más bien nos libera de ellas y en esos movimientos está el aprendizaje. La vida cambia y aunque el cambio sea para bien nos sacude porque nos saca de nuestra área de confort.  Y es allí precisamente donde surge la renovación de mente, de actitud, de cosas porque es una oportunidad de hacer limpieza.  Aprovechar para deshacerse de muebles, objetos, ropa, papeles, etc que no nos permiten avanzar.

Debemos soltar todo aquellos que nos impide avanzar para recibir lo nuevo, lo creativo, lo sorprendente.  Ver con otros ojos para empezar a construir un nuevo sentido de hogar y pertenencia. Abrir nuestros corazones para construir redes de apoyo y sentido de comunidad.

Compartir: