Las mascotas son seres vivos que ocupan un lugar especial en las familias hoy en día. Cada vez hay más personas o familias que tienen una mascota. Se crean vínculos de relación muy fuertes, muy intensas y por lo tanto perderla puede ser una experiencia profundamente dolorosa ya que son más que animales: son compañeros, miembros de la familia y fuentes constantes de amor incondicional. Incluso se ha comprobado que hay mascotas que son terapéuticas para ciertas enfermedades ya que mejora la salud emocional y mental y reduce la sensación de soledad.
En lo personal tengo que confesar y lo comparto con humildad que me tomó tiempo para entender esta relación de mascotas con las personas ya que en mi familia nunca lo hubo, pero a través de amistades y conocidos he aprendido y hoy entiendo que el duelo por una mascota es completamente válido y merece espacio, tiempo y respeto.
Aunque todos respondemos a una pérdida de forma diferente, el nivel de dolor que experimente suele depender de factores como su edad y personalidad, la edad de su mascota y las circunstancias de su muerte. En general, cuanto más significativa es su mascota para usted, más intenso será el dolor emocional que sentirá.
Al igual que los adultos, los niños también viven sus propios duelos, en este caso particularmente ya que casi siempre es el primer contacto que tienen con la muerte, es su primera pérdida. Es una buena oportunidad para hablar de la muerte con ellos, validar sus sentimientos y no minimizar su dolor, hacerlos sentir que entendemos lo que están sintiendo. El trato natural y veraz de estos temas es siempre el mejor camino. No hacer una tragedia sino decirles que su ciclo de vida terminó y que la muerte es un suceso natural como parte de este ciclo.
Sin embargo, aunque es algo natural siempre hay duelo y es importante darle el espacio para hacer un ritual de despedida agradeciéndole toda la felicidad que le proporcionó su mascota, la fidelidad en la compañía y pedirle perdón si alguna vez hubo un mal trato hacia la mascota. También se puede preparar algo conmemorativo, plantar un árbol en memoria de su mascota, hacer un álbum de fotos o un álbum de recortes, o compartir de cualquier otra forma los recuerdos que disfrutó con su mascota, puede crear un legado para celebrar la vida de su animal de compañía. Algo importante a tomar en cuenta es que se le puede regalar otra mascota, pero después de un tiempo prudencial y que el niño o la persona esté lista para recibirlo.
Anabella Penados Betancourt es una escritora y consejera tanatológica guatemalteca, autora del libro Al oído del otro. Esta obra biográfica narra la vida pastoral del arzobispo metropolitano Próspero Penados del Barrio, ofreciendo un recorrido por su legado y los momentos históricos de Guatemala.