Migrar significa cambiar de lugar de residencia cruzando límites geográficos, ya sean fronteras nacionales o internas. Existen varios tipos de migración: Interna: dentro del mismo país (del campo a la ciudad, por ejemplo). Internacional: de un país a otro. Voluntaria: cuando la persona decide migrar por mejora de oportunidades. Forzada: cuando se ve obligada a migrar por guerra, violencia, desastres, persecución, etc. Sea cual sea el motivo de la migración genera muchas pérdidas, lo que se llama pérdidas en cascada ya que de una pérdida primaria surgen las otras: pérdida de tierra, familia, cultura, identidad, idioma, amistades. Todo esto hace que el duelo del migrante sea complejo. Además de que muchas veces es un duelo silencioso porque existe un temor a manifestar vulnerabilidad.
El migrante además de llevar consigo esta “mochila de pérdidas” al llegar a otro lugar se enfrenta con varios desafíos de “sobrevivencia”:
Entonces ¿qué sucede? que, en la búsqueda de enfrentar estos desafíos o retos, el migrante deja sus duelos “congelados” y no los transita, pero sabemos que una emoción no expresada se vuelve depresión. El duelo tarde que temprano nos alcanza. Es necesario trabajarlos, buscar red de apoyo en otros migrantes y la ayuda de un tanatólogo para ser acompañado y así encontrar herramientas que puedan ayudarlo a transitar estos duelos por todas las pérdidas en cascada que va teniendo. No es sencillo, pero al gestionar estos duelos finalmente la migración a pesar de todas las pérdidas se pueden ver las ganancias obtenidas.
Anabella Penados Betancourt es una escritora y consejera tanatológica guatemalteca, autora del libro Al oído del otro. Esta obra biográfica narra la vida pastoral del arzobispo metropolitano Próspero Penados del Barrio, ofreciendo un recorrido por su legado y los momentos históricos de Guatemala.